GUERRERA CAÍDA EN COMBATE

Fuiste a luchar sin armas, querida amiga, sin escudos ni espaldares, subiste rauda por la montaña rusa del amor, de lo que crees es amor, sin cuidado alguno. Allá en la cima... llegando... casi, faltaban segundos... algo pasó y te fuiste carrera abajo a toda velocidad, estrellándote sin misericordia contra la helada realidad. Mas, aunque tus ojos nublados no te permitan ver más allá de tu dolor, uno se rearma, tarde o temprano. No dejes que sea tarde, reármate temprano, pues el tiempo entremedio está perdido irremediablemente. Vivirás en un páramo oscuro y estático, los pies enterrados, ya no caminas.
No creo tener la respuesta querida adolorida, no hay recetas universales. Son todas personales, pero intuyo que saliéndote de tí misma, es decir, mirando hacia afuera, mirando al mundo y a la vida fuera de nosotros, podemos dar un paso adelante.

0 Comments:
Post a Comment
<< Home