Y SIGUE LA VIDA

Aquella que nació de mí, titubeante, se contornea por las calles de Santiago, del brazo de su joven amante revolucionario. Historiador él, Literata, ella... Yo... aspirante a todo, a la conciencia colectiva e individal. Pero ese no es el punto. Pasa que tendré que rearmarme, trágico proceso. Mi apéndice extirpado viajará por sus propios mundos con la alegría y confianza del primerizo. No me tomen a mal. Le deseo lo mejor... sólo que egoístamente caigo en la cuenta de que la vida me ha robado una tarea. Me ha robado mi apéndice. Pero, oh si te han de quitar un órgano, el cuerpo se fabrica otro... divago... ahora mi tarea, asumida libremente, es estar a la altura de las novedades que encontrará mi pequeña saltimbamqui en este nuevo escenario. Me lleno de orgullo. Ella es un genio.
Te quiero mucho, Soledad.
PD
No olvide su lunchera mañana